martes, 20 de septiembre de 2016

Consejos a tener en cuenta para acertar en la compra del cochecito del bebé

La elección del cochecito es una decisión muy importante, ya que es uno de los artículos imprescindibles durante los primeros años del bebé. Para evitar arrepentimientos, les damos algunos consejos a tener en cuenta para acertar en la compra del cochecito del bebé.

Hoy en día hay tanta variedad de marcas y modelos de sillas para bebé que es necesario hacer un concienzudo estudio de mercado antes de elegir.

Pero lo principal es tener claras las necesidades particulares de cada familia para saber elegir el cochecito que mejor se adapte a su estilo de vida, como por ejemplo:

Tipo de uso que le daremos

Debemos tener en cuenta el tipo de uso que le daremos. Si le daremos un uso urbano, se empleará mayoritariamente en ciudad, por lo que necesitamos un cochecito que sea versátil, maniobrable y ligero para conducirlo con facilidad por aceras y calles.

En cambio, si le daremos mayoritariamente un uso rural, o si saldremos a correr con el bebé, necesitaremos un cochecito de ruedas anchas que pueda conducirse en toda clase de terrenos y con un buen sistema de suspensión.

Las características de la casa

La casa y el cochecito del bebé tienen que “combinar”, por eso es muy importante tener en cuenta algunas características de la casa a la hora de elegir uno y otro modelo.

Hay que tener en cuenta si hay ascensor o subiremos con el carrito por las escaleras. Si es así, debe ser un carrito de fácil plegado, con una sola mano y que pueda ser transportado también en una sola mano para poder coger al bebé en la otra.

Si hay ascensor es primordial tomar las medidas para asegurarnos que el cochecito cabrá dentro, si es posible, desplegado. Hay ascensores realmente muy pequeños.

Antes de decidir la compra, tenemos que pensar además dónde se guardará dentro de la casa (en el recibidor, en el trastero, etc.) para tener una mejor idea de las dimensiones necesarias.

Y del maletero del coche

Al igual que la casa, el maletero del coche también debe combinar con el carrito. Desde luego, tiene que caber cómodamente dentro del cubículo, teniendo en cuenta que idealmente debería quedar espacio para cualquier otra cosa que queramos guardar, como bolsas de compra o el bolso del bebé.

También hay que tener en cuenta en este punto el peso del cochecito. Debe tener un peso moderado como para poder levantarlo y colocarlo dentro del maletero sin demasiado esfuerzo.

El plegado también es importante, especialmente si se le dará al cochecito y al coche familiar un uso frecuente. Tiene que plegarse fácilmente, y rápido.

Si se utilizará para transporte público, el plegado fácil y rápido es de suma importancia, lo mismo que la ligereza.

Los conductores del cochecito

Hay que pensar también en quiénes serán los conductores habituales del cochecito y su estatura. En base a ello, elegiremos un manillar más alto, más bajo o regulable.

En muchas ocasiones son los abuelos los que llevan y traen al bebé, por tanto hay que pensar en un cochecito que tenga mecanismos sencillos y que sea fácil de plegar.

Accesorios y prestaciones

En cuanto a las prestaciones, tiene que incorporar una posición completamente tumbado para los primeros meses del bebé y al menos dos posiciones más para cuando el niño vaya creciendo.

Es fundamental que sea confortable para el bebé, por supuesto. Debe ser una tela transpirable, fácil de limpiar, mullida y una capota capaz de proteger al bebé de las inclemencias del tiempo (sol, viento, lluvia, nieve) .

Hay que averiguar si incluye accesorios como capota extra, sombrilla, cesta portaobjetos y cubrepiés, ya que es un valor añadido que repercute en el precio final.

Seguridad

Debe tener un arnés de cinco puntos y un sistema de frenado o bloqueo fácil de activar.

No debe tener mecanismos peligrosos al alcance de las manos o los pies del bebé ni piezas que sobresalgan que puedan dañar al bebé.

En el caso de ser un sistema combinado de capazo, silla de paseo, y silla para coche de grupo 0, tenemos que informarnos sobre la forma de instalación de cada una y asegurarnos que sea práctica y fácil de realizar.

Durabilidad

Parecerá un tontería, pero a la hora de elegir conviene tener una idea de si se tendrá más de un hijo o no. Si la idea es que el cochecito dure para más de un niño habrá que poner especial atención en que el chasis y la tela sea durable o en su caso, se pueda reemplazar.

Hay que pensar, también en la posibilidad de instalar en el futuro un patinete para el hermanito mayor si son muy seguidos.

Estética y precio

La estética del carrito suele ser el primer factor que se tiene en cuenta, y no está mal, porque tiene que gustarnos, pero no os dejéis llevar solamente por la estética sin tener en cuenta el resto de las consideraciones, porque a la larga os arrepentiréis.

El precio es, al final, el factor determinante. Hay un amplio rango de precios dependiendo de la marca y el modelo.

Es importante establecer un presupuesto y hacer una selección de cochecitos que se ajusten a él. Una vez que tengas la selección ya valorarás las ventajas y desventajas de cada modelo.

Espero que estos consejos les sirvan para acertar en la compra del cochecito del bebé, una elección que debe hacerse a conciencia para evitar dolores de cabeza en el futuro.

Fuente: http://www.bebesymas.com/

sábado, 16 de abril de 2016

Cómo hacer plastilina casera ¡sin cocción!

La plastilina es un material con el que todos los niños deberían experimentar, ya que les permite desarrollar la motricidad, la percepción del espacio y la tridimensionalidad… y por supuesto la creatividad. Hoy explicaremos cómo hacer plastilina casera ¡sin cocción!, una receta verdaderamente simple y con ingredientes que todos tenemos en casa.

La receta de hoy no necesita cocción y todos los ingredientes se encuentran normalmente en casa. ¿Les gustaría ver esta receta de plastilina casera?


Cómo hacer plastilina casera sin cocción:

Ingredientes:
2 cucharadas de jugo de limón
1/2 taza de almidón de maíz (Maicena)
1 taza de agua hirviendo
1/2 taza de sal fina
2 tazas de harina
2 cucharadas de aceite
colorantes alimenticios en polvo o gel

Procedimiento:
Preparar esta plastilina casera es tan sencillo como mezclar todos los ingredientes secos, y luego agregar los húmedos (el agua tiene que estar hirviendo), y comenzar a amasar, con cuidado de no quemarse (espera unos minutos si hace falta), hasta obtener una masa homogénea. Si les parece pegajosa, déjala enfriar un poco y verás que toma mayor consistencia. A este punto puedes dividir la masa en porciones y darles color con los colorantes alimenticios, amasando nuevamente hasta que quede bien distribuido el color.


Fuente: http://www.pequeocio.com/plastilina-casera-sin-coccion/

sábado, 10 de octubre de 2015

Consejos para proteger al bebé del frío

Si el bebé está bien alimentado y le abrigamos bien, puede disfrutar con nosotros de las salidas invernales.

Eso sí, a los recién nacidos hay que protegerlos un poco más (la falta de grasa corporal les hace más vulnerables al frío y al calor). Pero, cuidado, tan malo es quedarse corto como pasarse con la ropa de abrigo.

La temperatura ideal dentro de casa en invierno debería rondar los 23 o 24 grados, tanto si se trata de un recién nacido como de un bebé más grande. Un consejo: en casa y en la calle lo mejor es vestirle con capas (sin pasarse). Embutido en un buzo no podrá moverse con soltura y, además, las capas permiten vestirle y desvestirle o comprobar su temperatura de forma más rápida, fácil y cómoda. Otra ventaja: al cambiarle el pañal, si está vestido con capas, se evita que el bebé esté completamente desnudo y pase frío.

¿Y cómo se sabe si pasa frío?
Los pequeños (sobre todo los recién nacidos) casi siempre tienen los pies fríos, por eso es bueno taparlos con patucos o calcetines. Pero eso no significa que en realidad estén pasando frío. Los lugares más adecuados para saber su temperatura corporal son la nuca, la frente y el cuello. Por lo tanto, bastará con tocarles en esas zonas y si están calientes y sudadas o si están fresquitas, actuar en consecuencia. También hay bebés que se ponen coloradetes con el calor, hay que estar atentos a sus mejillas para quitarles alguna prenda si se observa que se están poniendo rojas.

Las calefacciones –como los aires acondicionados– tienden a resecar la piel y las mucosas. Por eso, si la casa y especialmente su habitación está muy seca, no está de más colocar recipientes de agua sobre las calefacciones o, mejor aún, contar con un humidificador. Además, si la piel del pequeño se cuartea o está enrojecida por la sequedad, también se puede usar una crema hidratante neutra para bebés.

¿Cuánto debe durar el baño?
La hora del baño del bebé no debe durar... una hora, ni muchísimo menos. En invierno bastará con darle un baño corto, de menos de diez minutos, en agua tibia y en un ambiente de unos 24 grados (o un poquito más). Si el baño está muy frío, no es mala idea calentarlo unos minutos antes con un calefactor. Y si se puede poner su toallita y pijama sobre una fuente de calor para que el cambio de temperatura que sufra el bebé no sea drástico, mejor que mejor. Pero hay que tener mucho cuidado y comprobar que la ropa no se ha calentado demasiado.

Por la noche, el cuarto del niño no debería estar demasiado caliente, la temperatura ha de oscilar entre los 20 y los 22 grados. Lo ideal es que duerma con un pijama calentito que le cubra los pies, mejor que taparle con mantas gordas (los bebés se mueven mucho y terminan destapándose). Se recomienda estar atentos a la dinámica del pequeño por la noche: si es de los que no paran quietos en la cuna, un saquito de dormir le vendrá mejor que una manta. Así se evita que se destape o, incluso, que se cubra la cara y corra riesgo de asfixiarse o de pasar un mal rato.


Fuera de casa
A los bebés de doce meses y mayores se les viste con la misma cantidad de ropa que a un adulto. Los más pequeños necesitarán una capa más. Y otra cosa: es importante evitar salir a la calle a primera y última hora del día, cuando más frío hace. Los bebés menores de dos años son los más susceptibles a sufrir hipotermias y congelación, así que si el paseo en el parque es solo un paseo, todo irá bien. Pero sentarse en un banco a pasar la tarde en un día desapacible o particularmente frío no es muy aconsejable. Los especialistas sugieren que en caso de duda, si el bebé es menor de seis meses, mejor quedarse en casa. Un día de lluvia, nieve o viento frío no invita a pasear y tampoco es pertinente arriesgarse. Pero si ha llovido o nevado y es un día de invierno normal, un paseo por el parque para cambiar de aires no tiene por qué ser perjudicial.

Tipo de prendas para el bebé
Las prendas más indicadas durante los meses fríos son las que permiten que la piel respire, como el algodón o la lana. Y no hay que olvidarse de las manoplas, de unos calcetines gruesos ni del gorro, pues los bebés pierden mucho calor por la cabeza y hay que contar, además, con que aún no tienen mucho pelo. Las bufandas no son una buena idea todavía, ni las prendas con cordones cerca del cuello, porque pueden provocar enganchones y, en el peor de los casos, asfixia.

Si durante el paseo sus labios adquieren un tono azulado y su nariz, punta de los dedos u orejas están pálidas, entonces estará pasando frío. Si su nuca está caliente o sudorosa y sus mejillas sonrosadas, tiene un sarpullido en el pecho o barriga, entonces estará pasando calor. Otro síntoma a tener en cuenta es si de pronto está sobreexcitado o letárgico, signos de estar incómodo por calor o frío.

A los niños se les pueden cortar los labios como a los adultos. Para prevenir la sequedad, podemos ponerles un poquito de vaselina neutra antes de salir a la calle. Y al igual que dentro de casa, si su piel está reseca o tiende a estarlo, le aplicaremos una crema hidratante minutos antes de abandonar la casa.

Asesora: Miriam Herman. pediatra

Fuente: http://www.serpadres.es/bebe/0-3-meses/articulo/140856-consejos-para-proteger-al-bebe-del-frio

domingo, 30 de agosto de 2015

NUNCA le digas a una mamá lo que tiene que hacer

¿Te ha pasado que, desde que eres mamá, muchas personas te dicen lo que tienes que hacer? Yo soy bastante tolerante. Sin embargo, una cosa es que me den un consejo o una sugerencia y otra muy distinta es que me estén dando una orden.

Y aclaro, me encanta recibir consejos. Creo que la experiencia de otras personas nos ayuda a pensarlo mejor para no cometer los mismo errores. Pero también soy de las que pienso que experimentar nuestros propios fracasos nos ayuda a crecer y fortalecer nuestra maternidad. No me gusta que se la pasen dándole a la machaca como si lo que ellos dicen fuera la única verdad.

¿Y qué me dices de las personas que te ven con lástima o te tratan como si fueras estúpida? En lugar de echarte una mano, se dedican a estar estorbando y haciendo comentarios como “no le pongas eso”, “dale esto”, “se hace así”, “yo lo hago que tu no sabes”, “se nota que eres primeriza”… ¡Bah!

Para esas personas que lo único que saben hacer es dar órdenes, aquí les doy 7 razones por las que NUNCA deden decirle a una mamá (ni a nadie) lo que tienen que hacer:

1. Tú no lo sabes todo.

2. Porque te funcionó a ti no significa que le va a funcionar a todo el mundo.

3. Cada niño tiene necesidades diferentes.

4. Cada quien sabe su rollo.

5. Los tiempos cambian.

6. Quizás no seas la mejor persona para dar consejos.

7. Hay algo que se llama instinto.

Disfruto y valoro que me den el espacio necesario para tomar mis propias decisiones.

Fuente: http://espanol.babycenter.com/blog/mamas/nunca-le-digas-a-una-mama-lo-que-tiene-que-hacer/?scid=fb_wall_bce

miércoles, 29 de julio de 2015

5 ventajas de estar embaraza

La naturaleza es sabia y compensa a la futura mamá por las molestias que pueda sufrir durante la gestación, ya que la sensación de tener a una personita creciendo dentro de ella, la llena de plenitud y felicidad. Pero esta es solo una de las muchas ventajas del embarazo.

1. Eres el centro de atención: en general, las personas que te rodean te llenan de atenciones y cuidados, pues saben que te encuentras en un momento vulnerable en donde hay que consentirte a ti y al bebé que viene en camino.

2. Nuevas relaciones: el embarazo proporciona a la mujer una oportunidad única para expresarse, comunicarse y compartir sus sentimientos y emociones. En el trabajo, compañeros que vemos diariamente pero con los que nunca hemos hablado, ven en la pancita una excusa perfecta para iniciar el contacto. Los grupos de preparación al parto son el lugar ideal para hacer nuevas amistades a las que, a veces, te sientes más cercana que a los amigos de toda la vida por el momento que estás viviendo. Durante la gestación también pueden mejorar las relaciones familiares. Por ejemplo, muchas mujeres dicen que nunca se habían sentido tan cercanas a sus madres como cuando han estado embarazadas.

3. Eres la más hermosa: cuando se espera un hijo, sobre todo a partir del segundo trimestre, el cabello está más fuerte y brillante que nunca. No es que salga más cabello, es que las hormonas impiden su caída. La piel se pone más suave, tersa y uniforme, debido a una combinación de la actividad hormonal, el incremento del volumen de la sangre para llevar oxígeno al bebé y el estilo de vida saludable que exige la gestación. El pecho aumentan de tamaño una o dos tallas y la figura se redondea: ¡no hay curvas más favorecedoras que estas! Muchos futuros papás encuentran a la mujer más atractiva que antes.

4. Viva el amor: pasar horas pensando en nombres para el bebé, decorar su cuarto, compartir ese maravilloso secreto antes de anunciárselo a los demás... El bebé está en los dominios de mamá, pero la sensación de estar creando algo juntos y la ilusión de la espera superan los condicionamientos biológicos. Hay muchas decisiones que tomar y pueden surgir miedos o inseguridades por ambas partes, pero si se aprovecha la oportunidad para comunicarse, la pareja saldrá fortalecida. Además, la vida sexual tiene nuevos alicientes: muchas mujeres afirman que la disfrutan muchísimo durante el embarazo. Puede ser porque la afluencia de sangre en la zona genital hace que el placer sea más intenso o simplemente porque un compañero seducido por las curvas voluptuosas de su mujer embarazada sea el afrodisíaco más potente.

5. Estado de bienestar: la gestación es, para muchas mujeres, una etapa en la que «parece que el tiempo se detiene», una oportunidad para replegarse sobre sí mismas y conocerse mejor. Aprender a relajarse y a respirar ayudará en el parto, pero es una enseñanza valiosa para el resto de la vida y aplicable a la vida profesional y la crianza de los hijos. También es un buen momento para desechar sentimientos de culpa. Ahora, dormir unas horas de más, permitirse algún capricho saludable o solicitar ayuda de los demás está justificado. Así aprendemos que no pasa nada por delegar, sentirse vulnerable o dejarse ayudar.

Fuente: http://www.padresehijos.com.mx/ser-mama/14/06/5/5-ventajas-de-estarembarazada/

domingo, 19 de julio de 2015

La amistad en los niños



“Desde hace unas semanas, cuando le preguntamos a Andrea, nuestra niña de 2 años sobre el cole, nos responde siempre lo mismo; Pablo. Hemos hablado con el centro y nos dijeron que se pasan el día juntos, jugando uno al lado del otro. Parece que Andrea ha encontrado su primer amigo. ¡No hace más que hablar de él!”. Sin embargo, viendo a Pablo y Andrea juntos, nunca adivinaríamos que son amigos íntimos. Más bien están uno al lado del otro, ignorándose, jugando cada uno a lo suyo. Es lo normal de esa edad. Los pedagogos y psicólogos lo definen como el juego paralelo.

Actualmente, con la escolarización temprana de los niños, se acelera su proceso de socialización. Entendiendo este concepto como el desarrollo de la autonomía personal y el aprendizaje de compartir con los demás, surgiendo de esta manera sus primeras amistades. Los pequeños, al llegar a la escuela infantil o guardería, aprenden a compartir un espacio (la clase, el jardín, el comedor), los objetos y a los profesores. Así, hacia los 2 años, como Andrea y Pablo, la mayoría de los niños ya comienzan a tener sus primeros amiguitos y sus primeros amores en la escuela infantil.

Antes, al estar en casa con su madre o cuidadora, este aprendizaje se producía más lentamente; compartiendo con las personas de la familia que, en la mayoría de los casos, cedían a los deseos del pequeño.

La amistad por edades…

Según lo que observan cada día en su centro, Pelancha Gómez-Olazábal, directora de la Escuela Infantil Jauja, con más de 27 años de experiencia en psicología infantil, destaca que se podría afirmar que los niños no tienen amigos según el concepto que tenemos los adultos de la amistad, hasta los 6 ó 7 años. Su relación con los demás va evolucionando de la siguiente manera:

Hasta los 2 años: el juego paralelo

Aprenden a jugar al lado de otros niños pero de forma independiente. Es el juego paralelo.

A partir de esta edad, en la guardería o escuela infantil, se les enseña a guardar su turno, a esperar, a respetar los juguetes del otro, así como la comida y la siesta de los demás. Se les inicia en el juego colectivo para que vayan adquiriendo noción de grupo, fundamental para la socialización al intervenir el contacto físico. Pero, la relación y comunicación todavía es individual con los educadores y puntualmente de niño a niño (relación dual) por mera curiosidad de un niño hacia otro.

Poco a poco, van conociendo, nombrando y mostrando preferencias por sus compañeros. Simultanean continuamente las tiernas expresiones de afecto infantil con las peleas. En estas primeras relaciones lo más importante es el intercambio de juguetes.

A partir de los 2 años y medio y 3 años: el amigo como elemento de compañía

Empieza a ser más clara la preferencia de elegir a un niño en concreto como elemento de compañía porque les gusta jugar a lo mismo (juegos activos o sedentarios), porque un juguete le interesa o por otras circunstancias como que las madres sean amigas y se vean fuera del centro educativo. Sin embargo, pueden ser inseparables o no dejar de pelearse de un día para otro.

Hacia los 3 años y medio: jugar en pequeños grupos

Los niños que llevan escolarizados desde pequeños, a esta edad ya asumen las reglas sociales de las que surgen las relaciones afectivas. En el jardín suelen jugar en pequeños grupos –antes sólo lo hacían de dos en dos- y hablan entre ellos, aunque cada uno esté inmerso en su propia actividad. Sigue siendo un juego individual, pues, aunque tienen la necesidad de compañía todavía no poseen la aptitud para cooperar, debido al egocentrismo que imposibilita un juego en grupo. Poco a poco, irán respetando la intervención del otro, podrán amoldarse al rol que se le asigna…

De los 4 a los 6 años: un amigo, un juego

Ya tienen preferencias en sus juegos y amistades sin embargo, todavía no está claro porqué eligen a un amigo, pueden no existir similitudes en cuanto a gustos o personalidades como ocurre con los adultos. Simplemente se caen bien, pero si a estas edades dos “íntimos amigos” se dejan de ver por cualquier razón –cambio de centro escolar, de ciudad, etc.- no supone ningún problema ni trauma para ellos, como podría ser para los niños adolescentes.

Los 7 años: empiezan los partidos de fútbol, el pilla-pilla…

Con el advenimiento del pensamiento lógico, los niños van aceptando y respetando las reglas del juego porque tienen un pensamiento más abstracto y un mayor desarrollo de razonamiento. Es en esta etapa cuando surgen los juegos reglados, de competición, los deportes… y tienden más a jugar en grupos. Estos juegos son los que ocuparán la mayor parte del tiempo de los niños hasta su vida adulta.

Hacia los 8 años: su primer “mejor amigo”

Ya aparecen los auténticos “mejores amigos”, cuyos lazos son muy estrechos y entre quienes surgen frecuentes conflictos. La amistad va tomando una importancia fundamental para la vida del niño y además le ayuda a crear su propia identidad.

A partir de los 8 años, entienden la amistad como los adultos; comprenden qué significa compartir –no sólo objetos- y desde los dos lados, el propio y el ajeno, alguien con quien charlar y a quien escuchar, alguien con quien contar para los momentos buenos y para los malos, para compartir penas y alegrías.

¿Cómo fomentar la amistad en los niños?

Ser sociable desde su más tierna infancia ayudará a tu hijo a tener una vida social activa en un futuro lo que mejora tanto la seguridad como la autoestima. Así, los padres prefieren tener hijos abiertos y que jueguen con muchos niños… aunque hasta el pequeño más extrovertido se esconde alguna vez detrás de las faldas de su madre o llora por no querer compartir su juguete favorito; ten paciencia y foméntale siguiendo estos consejos:

1. Predica con el ejemplo. Si quieres un hijo sociable y con muchos amigos, que vea en casa ese ambiente; sed padres animados, sonrientes, abiertos…

2. Cuando son pequeños, que te escuchen llamar amigo a tus amigos: “Hoy viene a casa Luis, el amigo de papá. Con sus hijos Javier y María, tus amigos”. Tan simple como suena. Le ayudarás a identificar el concepto de amistad y a comprender porqué lo valoras tanto.

3. Aunque creas que no tiene nada que ver, prestando atención a tu hijo, ayudas a que sea una persona más sociable y abierta. Tan sólo un ejemplo: Si estás ocupado y te está pidiendo, no le ignores; mírale a los ojos y explícale que cuando acabes lo que estás haciendo le atenderás a él. Así, se sentirá importante para ti y por lo tanto también para los demás, lo que favorece su socialización.

4. Invitad a vuestros amigos con sus hijos a merendar o a pasar la tarde en casa.

5. Queda con otros papás para ir juntos al parque con los niños.

6. Cuando haya más niños en casa no optes por la opción cómoda: encender la tele. Mejor dales lápices de colores, plastilina o ropa para que se disfracen y así fomentarás su imaginación, su creatividad y fortalecerás los lazos entre los pequeños. ¡Compartir diversión une mucho más que una pantalla de tv!

7. A menos que haya peligro de que se hagan daño no intervengas en sus juegos o en sus posibles diferencias. Es mejor que aprendan a resolver sus pequeños conflictos entre ellos.

Fuente: http://www.todopapas.com/ninos/desarrollo-infantil/la-amistad-en-los-ninos-4063

martes, 14 de julio de 2015

10 preguntas frecuentes en tu primer embarazo

En las primeras horas después de conocer la noticia te han asaltado millones de dudas. ¡Que no cunda el pánico! Resolvemos las preguntas más frecuentes entre las embarazadas primerizas.

El primer embarazo es una experiencia fascinante que seguro no olvidarás nunca, pero cuáles son los primeros médicos a los que acudir hasta si serás una buena madre para tu bebé. ¡Empieza el mar de dudas y preguntas!  ¡Tranquila! Te ayudamos a resolver tus dudas:

1. ¿Desde qué día se cuentan las semanas de embarazo?
Muchas personas piensan que las semanas de embarazo se cuentan desde la última ovulación, pero no es así, sino que se cuenta desde el primer día de tu última menstruación.

2. No siento nada… ¿Debería sentir algo?
Algunas mujeres se agobian los primeros días, ya que aún no notan grandes cambios en su cuerpo y todo sigue, aparentemente, “como siempre”. No te preocupes ni te sientas culpable, tanto tu mente como tu cuerpo necesitan un tiempo para acostumbrarse a su nuevo estado

3. ¿A qué médico debo acudir en primer lugar?
Si vas por la Seguridad Social, lo primero es acudir a tu médico de cabecera. En caso de tener seguro privado debes concertar cita con un ginecólogo.

4. ¿Qué tengo que dejar de comer?
Aunque no hay alimentos “prohibidos” durante el embarazo y cada médico tiene su punto de vista particular, existen algunos alimentos que es mejor evitar o consumir con moderación. Entre ellos se encuentran los excitantes como la cafeína, la carne cruda y embutidos, los pescados grandes y los productos con exceso de sal y azúcar.

5. ¿Por qué no se puede comer jamón?
El jamón, al ser una carne cruda, puede ser agente de transmisión de la toxoplasmosis, una enfermedad poco importante en adultos pero peligrosa para el feto en desarrollo. En tu primera cita con el ginecólogo te harán el análisis para saber si has pasado la toxoplasmosis y, si no es así, debes evitar el embutido, el contacto con gatos, y lavar mucho las frutas y verduras crudas.

6. ¿Tengo que tomar algún suplemento alimenticio?
Tu médico te recetará suplementos alimenticios durante casi todo el embarazo. Los más importantes son el yodo y el ácido fólico

7. ¿Puedo llevar pantalones apretados?
En principio no hay ninguna restricción con respecto a los pantalones apretados, aunque, si son muy ajustados, recuerda que no son muy recomendables ni siquiera cuando no estás embarazada, ya que pueden ocasionar problemas circulatorios.

8. ¿Puedo viajar?
Si tu salud es buena y disfrutas de un embarazo sin anomalías, puedes seguir viajando sin problemas durante el embarazo, aunque no es muy recomendable en las fechas cercanas al parto.

9. ¿Puedo seguir haciendo deporte?
No solo puedes, sino que debes seguir haciendo deporte. La actividad física es muy recomendable tanto para el niño como para la futura madre. Eso sí, esta debe ser moderada, y olvídate de los deportes extremos o muy exigentes.

10. ¿Y cuando llegue el bebé seré capaz de cuidarle?
¡Claro que sí! El miedo a no estar preparada es muy frecuente entre las madres primerizas, pero no te preocupes. La mayoría de cuidados que necesita un bebé son de sentido común y, además, hay que tener claro que la madre perfecta no existe. Para tu hijo siempre serás alguien maravilloso, con tus virtudes y tus defectos, así que no te agobies y disfruta de la experiencia de la maternidad.

Fuente: http://www.serpadres.es/embarazo/trimestres/articulo/10-preguntas-frecuentes-en-tu-primer-embarazo